PARA EL BOSQUE TURQUESA

Saliendo del supermercado
con un tinte para canas
me acordé de aquella tarde de estío.

Hace tantos años...

Eramos dos chiquillos,
bañador azul y camiseta de tirantes
y yo:vestido de lentejuelas.

Jugabas al balón,
frenético
y él rebelde no se dejaba
coger por tus chanclas.

Hipnotizada
sobre el capó de un coche
veía tu danza fértil
salpicada de sudor.

Reíamos
e intercambiábamos besos
a hurtadillas.

Eras mi mejor amigo,
compartiamos bocata materno
y palabras.

Tu eras el zingaro de Almassora
y yo, la niña bien
sin barreras
para enfrentarnos a los toros de cara,

Me descubrías nidos en los tabiques,
los lloros de la higuera
y furioso borrabas mi nombre
de los cristales pintados
por un dedo enamorado.

Mi mejor amigo...
¿Dónde moras?

Y mientras mezclaba  agua oxigenada
con el colorante caoba,
 lágrimas nacidas
de tu imagen
crearon el color
con los reflejos
más dulces
de tu cuerpo
en mi cabellera de anciana. 

Para mi mejor amigo.


Comentarios

  1. eres extraordinaria, querida Luisa. Sinceramente te admiro, tienes una forma tan fresca y clara de decir el poema, tan natural, tan alejada de extravagancias y de palabras raras, que en más d euna ocasión me pregunto cómo lo haces, cómo lo consigues. Yo no puedo.

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