DESDEMONA

Cara de calavera
de Macbhet
se me puso
cuando después de una decada
dedicada
al subsobicho.

Dijo que me amaba
como amiga
o dijo...
Qué amaba a una amiga.

No sé.

Ni calcetines recosidos,
ni el sofrito quemado,
tarde de estio
o ,¿hastio?
preparando
callos a la madrileña
podrán
subsanar
la herida
incisa
de sus palabras.
en operación daga
de Otelo.

Me quedó
una "erre" atravesada
en la garganta
y de mis orzuelos
ceros y ochos
lloraron.

La orla
de la amistad
se clavó
con dos medallas
en la aureola
de mis pezones.

Pesticidas
se volatizaron
y un portazo-eco
que retronó
en consonantes varias
y siete vocales:

V T    L  M   RD
  E E A A   IE    A.

Los callos ardieron abrazados
a los garbanzos...







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