Jaula de sollirg

La despedida acordada no fue la perfecta;
saltamos viajeros a la catarata incómoda,
al vacío del destiempo,
y la injuria, 
la calumnia, 
los celos,
las difamaciones;
la controversia, de que uno narre un asedio
y el otro recite de emboscada,
fue conversa carta
de c o n f e t t i
que adornaba una cabalgata de muertos.

No deseé que nuestro adiós 
se asfaltase de aquel modo,
pero, tu cuerpo era un tanque
en la primavera de Praga
que aplastaba todos las caléndulas
de mi vientre

Escarché la palabra, de la venganza,
mas, le aseguro que nunca llegará
a la sonrisa de mi ánima,
demasiadas ramas ocultan
el test de la verdad
que nos salva de la falsedad.



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