Mímesis

I

La carne con carne,
carne de carne
de la misma fragua
en moldes distintos.

II

Mi amor arritmia en delirio de campos,
de este lleno que sobrevino en un
que había rebosado el límite que podría enumerar,
pero no explico en este turbio que causa la sordera.

Con el corazón, en cama compartida,
el olor de tu piel causa estragos a mi vena
al alguacil corréografo
de las mutilaciones.

Sarna en dedos florecidos, moho de pan para nuestras bocas,
que las mariposas existen en los cuentos,
y es la vida diaria de dominicales, la que aletarga la llama
para que no se anegue. Los abrazos impuestos,
los anillos vaginales, los regalos en días de zirconio
no son más que rediles de gallinas.

Me quedo contigo, en la salud y en la enfermedad,
lo percibí cuando las amarillas indicaron el parámetro,
en ese instante de coz, de aullido, de súbita lanza,
supe que morir no era más que la excusa perfecta para residir siempre a tu lado.

Sin anillos, sin papeles, sin descendencia.

Con el vaso del agua para el sediento desértico
que sin dar nada lo da todo.




PD. La cosa rara, de querer ser tu parte, del punto cardinal el "nor"
para "te" estar en.

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